Cohesión social y pandemia

Por EQUIPO AICTS / 24 de enero de 2022

No podía ser de otra forma y se viene señalando desde marzo de 2020, con el inicio de la pandemia del covid-19: su impacto en las desigualdades y la cohesión social está siendo muy elevado. Y teniendo en cuenta la reacción de los diferentes gobiernos a través de unas medidas que fueron diferentes a las de la crisis de 2008. Pero, no son suficientes para evitar el agrandamiento de las desigualdades y brechas que ya estaban en nuestras sociedades y para crear otras nuevas. Y estos hechos son los que refleja de forma clara y consistente el nuevo informe sobre la cohesión social de la Fundación FOESSA de Cáritas que acaba de ser publicado bajo el título Evolución de la cohesión social y consecuencias de la covid-19 en España. Coordinado por Luis Ayala (UNED), Miguel Laparra (Universidad Pública de Navarra) y Gregorio Rodríguez (Universidad de Alcalá de Henares), un nutrido grupo de investigadores e investigadoras analiza a lo largo de casi setecientas páginas el impacto de la crisis generada por la covid-19 en diferentes ámbitos que van desde el empleo a la situación de la juventud, pasando por la desigualdad, los colectivos vulnerables, las políticas públicas, etc. Es decir, una mirada global e integral de un escenario que precisará de cambios más estructurales para afrontarlo.

Los resultados del informe muestran la forma en la que la vulnerabilidad y la exclusión social ha crecido en el periodo que va de 2018 a 2021, determinadas por la pandemia de la covid-19. Los indicadores no pueden ser más claros pero, de nuevo, siguen teniendo un mayor impacto en los grupos más vulnerables, a los que se van incorporando otros. En este sentido, familias monoparentales y jóvenes, especialmente, en este caso, han visto crecer en mayor medida sus situaciones de vulnerabilidad. No podía ser de otra manera en un colectivo que, como bien indica el informe, ha ido encadenando dos crisis, la de 2008 y la actual. Hemos escrito no pocos artículos en el Blog de AICTS sobre la situación de los jóvenes, recogiendo indicadores como los que hace hincapié FOESSA con un casi un millón y medio de jóvenes que sufren exclusión social grave. Un mercado de trabajo, del que también hemos indicado el proceso en el que se ha ido desarrollando en las dos últimas décadas, y la precarización del empleo y, subsiguientemente, de las condiciones de vida, han marcado este escenario. Un hecho que se agrava con el impacto de unos orígenes socioeconómicos que cada vez son más determinantes. El cambio del papel de los estudios, que ya no garantizan el acceso a un empleo de mayor calidad pero que siguen siendo fundamentales para no caer en situaciones de exclusión social, y el hecho de que las familias ya no puedan dar un soporte tan amplio como el que dieron en la crisis de 2008, son también factores que contribuyen a explicar el escenario.

En este contexto, son fundamentales de nuevo las políticas públicas y sociales que aboguen por la cohesión social. No cabe duda que, en las dos últimas décadas, se han intensificado determinadas tendencias que han incidido en una situación que ha afectado negativamente a ese modelo de sociedad basado en la cohesión social. Al contrario, el neoliberalismo que ha marcado la evolución del capitalismo en la Globalización está teniendo unos impactos negativos en ese ámbito también. La crisis del covid-19 ha sido una muestra de cómo la intervención pública es más necesaria que nunca, especialmente en estos escenarios, y se ha quedado seguramente corta. Por lo menos, y como se ha señalado anteriormente, no ha sido el modelo de 2008, aunque la tensión entre las tendencias más intervencionistas y las menos flexibles y más de contención del gasto y la inversión social siguen estando presentes, y marcarán los próximos años. Además, la reflexión sobre las políticas públicas y su impacto en los grupos vulnerables debe tenerse en cuenta ya que se han generado escenarios de pobreza y exclusión social estructural. Estos días, Raúl Flores, coordinador de Estudios de Cáritas España, indicaba en una interesante entrevista en El Confidencial que las políticas sociales estaban diseñadas para las clases medias y no para las más bajas. Además, incide en una de las cuestiones más relevantes del informe como es la brecha digital e incida que se han perdido alternativas que existían a los medios digitales.

Muy necesario y pertinente el nuevo estudio de la Fundación FOESSA en relación a la cohesión social y al impacto del covid-19 en la misma y en la desigualdad. Es fundamental, como hemos señalado, abordar de forma más estructural y sistémica estas cuestiones, en un contexto que opera en contra, el del neoliberalismo y el de la precarización del mercado de trabajo y de las condiciones de vida. Pero, en función de las respuestas que se den a estas situaciones, la cohesión social irá en una dirección o en otra.