El reto del aumento de la esperanza de vida y del envejecimiento de las sociedades 

Por EQUIPO AICTS / 03 de junio de 2019


Hace unas semanas, en la Fundación Ramón Areces celebraba en Madrid el encuentro Nobel Prize Dialogue para analizar las consecuencias del aumento de la esperanza de vida y del envejecimiento de la población. En el mismo participaban diversos Premios Nobel e intelectuales como Mario Vargas Llosa, Nicholas Carr, Edmund Phelps, Luis Alberto de Cuenca, entre otros, abordaron esos escenarios que se están dibujando en relación al envejecimiento de la población en nuestras sociedades occidentales especialmente. Es uno de los grandes retos de nuestro tiempo, de eso no cabe duda, y es preciso insistir en qué acciones van a tomar las sociedades para afrontarlo. El aumento de la esperanza de la vida y la heterogeneidad en las formas de vivir la vejez han transformado nuestra visión de esa etapa de la vida. Además, no sólo se vive más, se vive con más calidad, sino que también la estructura demográfica está invirtiendo la pirámide de población debido al descenso de la Natalidad.

En primer lugar, y como hemos venido indicando en otras ocasiones, el envejecimiento de la población supone un reto en tanto en cuanto no podemos hablar de una etapa en la que las personas que acceden a ella no tengan nada que aportar a la sociedad. Al contrario, hay que incidir en el papel que desempeña este colectivo, heterogéneo por otra parte como se ha señalado. Este hecho no implica que no se reconozcan los derechos vinculados a la jubilación y que haya que contemplar de forma escéptica propuestas que hablan de aumentar la edad de jubilación. Las mismas suelen venir determinadas por otros condicionantes, vinculados a visiones neoliberales de la sociedad y del mundo. Además, no todas las personas llegan en las mismas situaciones a la edad de jubilación.

En segundo lugar, cabe destacar el impacto en la Estructura Social en un contexto en el que la Natalidad está descendiendo y en algunos países, por ejemplo España, no alcanza para cubrir la tasa de reemplazo. No se puede mirar hacia otro lado, esta es una realidad compleja que está ahí, pero pueden encontrarse soluciones. Además del papel que desempeñan las personas mayores, no cabe duda que uno de los medios para mitigar este proceso es la inmigración. Pero hay más riesgos que pueden incidir en este factor, uno de ellos es la robotización del empleo. Nos encontramos ante un cambio de escenario muy acelerado que está teniendo un impacto directo, junto con la "uberización" del mismo, en el empleo. Nuevas condiciones de vida, viejas y nuevas desigualdades sociales. De esta forma, trabajadores y trabajadoras cada vez más precarios, tendrán menos posibilidades de contribuir al conjunto de la sociedad vía cotizaciones e impuestos. Y lo mismo ocurre con las empresas. Y este es sin duda uno de los principales escenarios de riesgo que encontramos.

En definitiva, aumento de esperanza de vida, diversidad de formas de vivir esa etapa de la vida, envejecimiento de la población y nuevos escenarios sociales y en el empleo se interrelacionan, y será en las próximas décadas cuando veamos sus consecuencias. Queda tiempo, poco, para abordarlos de las mejores maneras posibles.