Sobre la clase media

Por EQUIPO AICTS / 7 de octubre de 2019


El pasado 29 de septiembre, El País se hacía eco de un estudio sobre la situación de la clase media española. Bajo el titular de "La clase media menguante" y haciendo referencia al deterioro de las condiciones materiales de vida, vinculadas a la situación del empleo, el diario también abordaba un artículo de opinión bajo el título "¿Hay futuro para la clase media?" a cargo de José Moisés Martín. Como decíamos, los datos e indicadores en los que se basaban estos artículos procedían de una publicación de Caixa Bank Research a cargo de Ricard Murillo Gili que también contaba con un titular bastante explítico, "¿Quién es la clase media?".

En su conjunto, el escenario que se presentaba de la clase media era la de un decenso de sus condiciones materiales, como hemos indicado, ya que uno de cada cinco personas que se consideran de clase media en España tienen dificultades para llegar a final de mes. Los diferentes indicadores vinculados a los gastos en el hogar, los imprevistos, los niveles de ingresos, etc., han venido sufriendo importantes transformaciones desde que comenzó el cambio de sistema que supuso la crisis de 2008. Sin duda alguna, este punto de inflexión destapó buena parte de las contradicciones de la clase media. La clase media era un estadio al que llegar, una posición marcada no tanto por el nivel económico, que también, como por el estatus, a través de variables como el nivel de estudios y, especialmente en las dos últimas décadas, por el nivel de consumo. El Estado de Bienestar y las democracias occidentales se habían visto legitimadas por este grupo social que, al principio, era mucho más homogéneo (cuadros intermedios, profesiones liberales, etc.) para acabar siendo un constructo heterogéneo y diverso. Tampoco hay que olvidar el peso de la dimensión subjetiva en la autocaterogización de las personas. La clase media, aspiracional y lugar de llegada para la mayoría de las personas procedentes de la clase obrera, tampoco tuvo nunca un claro perfil ideológico. Por una parte, sus valores económicos podían catalogarse de conservadores, incluso podrían tener un peso neoliberal por momentos en tanto en cuanto a ella se han dirigido en gran medida las propuestas de reducción de impuestos. Esta es una cuestión paradójica ya que, muchas de las personas que alcanzaron la clase media, no lo podrían haber logrado de no ser por las transferencias sociales del Estado de Bienestar, con la Educación a la cabeza, derivadas precisamente de los impuestos. En el lado cultural, sus valores se identificaban con la izquierda, asumiendo muchos de sus postulados en esa dirección. Esas contradicciones habían quedado difuminadas durante décadas hasta que, con la crisis de 2008, saltaron.

Diferentes postulados han visto a la clase media como un medio para acabar con los movimientos obreros y la clase trabajadores, hecho que se produciría a partir del final de la Segunda Guerra Mundial, evitando así que en países de la Europa Occidental pudiesen tener más peso partidos comunistas. También se ha criticado el hecho de ser un constructo indefinido y heterogéneo, cuestionándose incluso su existencia. Sin embargo, la clase media ha sido uno de los conceptos centrales que han marcado la estructura social de casi el último siglo. Y, a la vez, como hemos indicado, la clase media ha reflejado muchas de las contradicciones de las estructuras sociales occidentales de la posmodernidad. Seguramente, como ya se indicó en un artículo publicado en EHQUIDAD, la clase media cometió el gran error de olvidar sus orígenes, su procedencia de la clase obrera. La clase media se confió, o se dejó llevar, hasta el punto de haberse quedado desprovista de asideros, especialmente con una transformación del mercado de trabajo que está cambiando todo, así como con el adelgazamiento de un Estado de Bienestar sin el cual no se entendería la clase media. Si hace unos años Esteban Hernández ya advertía en El fin de la clase media (Clave Intelectual, 2014), uno de los libros de la temporada ha sido No Society. El fin de la clase media occidental (Taurus, 2019), de Christophe Guilluy, un ensayo en el que advierte la deriva de parte de este grupo social hacia posiciones más populistas, una vez que el sistema ha quedado deslegitimado para ellos. En definitiva, un escenario complejo el de la clase media que, de continuar con las tendencias actuales, seguirá con una tendencia descendente.