Sanidad

Por EQUIPO AICTS / 2 de diciembre de 2019


En las últimas semanas han aparecido en los medios de comunicación diferentes indicadores sobre el estado del Sistema Nacional de Salud en España. El más destacado es State of Health in the UE. Perfil sanitario nacional 2019elaborado por la OCDE. El diagnóstico es interesante porque muestra algunas cuestiones dicotómicas. Por un lado, nuestro sistema sanitario ha alcanzado un importante grado de sostenibilidad pero muestra síntomas de debilitamiento debido a las consecuencias de la crisis de 2008, el recorte del gasto público, el aumento de los costes indirectos para los ciudadanos y ciudadanas, por ejemplo en el caso de los medicamentos, y debe afrontar retos de futuro como el envejecimiento de la población.

No debemos dejar de olvidar que la Sanidad es uno de los pilares básicos del Estado de Bienestar y de las políticas públicas, junto con la Educación, los Servicios Sociales y las pensiones. Hablamos de Derechos Sociales y de ciudadanía, de una universalidad de acceso a la cartera sanitaria, que en España está prácticamente conseguida. Las transferencias sociales en Sanidad son unas de las más importantes por todas las dimensiones que abarca. Salir al mercado a dotarse de servicios sanitarios nos lleva a otros modelos de sociedad, por ejemplo la de Estados Unidos. 

La crisis de 2008 implicó importantes recortes en el gasto público y el sanitario fue uno de los capítulos más afectados. Descenso de la inversión, copago farmacéutico, no convocatoria de plazas, etc., provocó una gran tensión en el Sistema Nacional de Salud cuyas consecuencias, como indican estos estudios, seguimos padeciendo. De hecho, en España los ciudadanos y ciudadanas pagan un 50% de su bolsillo que la media europea. Este hecho tiene importantes consecuencias en la desigualdad y en la vulnerabilidad, las políticas públicas deben basarse en la equidad y la igualdad, pero son los colectivos más vulnerables los que tienen más dificultades para acceder a servicios que no están en la cartera sanitaria.

Un sistema sanitario accesible y universal tiene como objetivo la prevención, y ese es uno de los aspectos determinantes de las políticas públicas en Sanidad. La prevención de las enfermedades pero también de sus causas, por ejemplo el sobrepeso y el sedentarismo, son claves. Igualmente, la detección de enfermedades en sus fases primigenias también son fundamentales. En este sentido, numerosas acciones desde las políticas públicas en Sanidad van en esa dirección, así como desde otros ámbitos. La Sanidad pública es uno de los principales activos de una sociedad y su defensa debe ser unánime. Los retos de futuro, el envejecimiento de la población pero también los efectos del cambio climático, por ejemplo, junto con las transformaciones sociales que se están observando (que afectan al mercado de trabajo, a la precariedad, a la recaudación de impuestos, a las pensiones, etc.), supondrán nuevas tensiones para los sistemas sanitarios. La prevención es el primer paso para afrontarlos.