La clase media sigue en retroceso

Por EQUIPO AICTS / 19 de julio 2021

Una de las cuestiones que más se están analizando, lógicamente por su impacto en el conjunto de la sociedad, es la transformación de la estructura social. La crisis de 2008 reventó algunas costuras que estaban fijadas débilmente, especialmente en los aspectos vinculados a la movilidad social. Es un hecho que esa estructura social basada en las premisas del Estado de Bienestar, en unas políticas públicas que aseguraban unos niveles mínimos y en la ya señalada movilidad social, se había convertido en una premisa del sistema de posguerra tras la Segunda Guerra Mundial. Un modelo que tuvo sus muchas luces y sus sombras, algunas. En el lado positivo de la balanza, esa evolución hacia las clases medias gracias al acceso a la Educación superior, lo que permitía el acceso a mejores empleos. Los hijos e hijas el éxodo rural y de las clases trabajadoras, obreras e industriales, iban alcanzando cotas de bienestar desconocidas, también sustentadas en el trabajo de las generaciones anteriores. Además, se ponía en valor el estatus, como un elemento diferencial, vinculándose la clase media no solo al capital económico sino al social, al cultural y al simbólico. Y, claro, a todo esto habría que incorporar la propia evolución del capitalismo y del consumismo, junto con su relación con la Globalización.

Los críticos de la clase media han centrado buena parte de sus cuestionamientos de la misma en su conservadurismo. Es decir, el Estado de Bienestar, y la clase media vinculado al mismo, habrían sido una estrategia para que buena parte de la población que, en gran medida, podrían tener una sensibilidad política de izquierda fuesen conservadoras. Conservador en el sentido también de mantener lo que se lograba. Es una visión que, en las dos últimas décadas, tiene que matizarse ya que operarán otros procesos que se han extendido al conjunto de las clases sociales. Es decir, ese individualismo y consumismo desbocado que está unido al modelo neoliberal. Sin embargo, dejan de lado esas visiones, y algunas que han surgido en los últimos años, el escenario de la movilidad social, la legitimidad de la misma. Es decir, ¿significa que hay colectivos y grupos que deben permanecer en su "categoría"? En todo caso, la definición de clase media siempre ha sido problemática y ha contado con dificultades operativas, incluso teniendo en cuenta la dimensión subjetiva. Pero, igualmente, y finalizando con este párrafo más teórico, puede que haya fallado, o faltado, cierta pedagogía para poner en valor a las políticas públicas y a las transferencias sociales la cual hubiese podido contrarrestar el crecimiento de los valores neoliberales. 

Sin embargo, los procesos de deterioro de la clase media, y de la mayor parte de la sociedad, sigue su curso y la pandemia no ha hecho más que acrecentar este proceso. La semana pasada se publicaron los datos de la Encuesta de condiciones de vida del Instituto Nacional de Estadística y los indicadores mantienen esa tendencia, intensificada con las consecuencias de la pandemia de la covid-19. El 20% de los hogares españoles llega con dificultad al final de mes, un 35% no tienen capacidad para hacer frente a gastos imprevistos y un 33% no pueden permitirse irse una semana de vacaciones. Y, cuando en los hogares hay menores, las dificultades se agravan. Son datos que no sorprenden y, obviamente, los colectivos en situacines más vulnerables son las que tienen más dificultades. El deterioro del mercado de trabajo y de las condiciones laborales, el aumento del coste de la vida, la reducción de las ayudas familiares, institución muy tocada desde la crisis de 2008 en el sentido de su capacidad para apoyar a sus integrantes en dificultades, y ahora la crisis de la covid-19, intensifican este escenario que incide en las condiciones materiales. Un proceso que es paulatino y a través del cual, como hemos escrito en algunas ocasiones, "la clase media vuelve a casa". Este escenario intensificará el debate sobre la propia estructura social y, especialmente, sobre las soluciones al deterioro de esas condiciones materiales que son determinantes.