La dimensión y la cohesión territorial

Por EQUIPO AICTS / 10 de enero de 2022

Los próximos periodos electorales van a estar determinados en buena medida por la dimensión territorial. La evolución de nuestras sociedades ha lanzado de nuevo las cuestiones territoriales en diferentes sentidos. Por un lado, la Globalización ha dado lugar a la concentración de determinados recursos y población en las grandes metrópolis. Estos ámbitos son los vencedores de este proceso cómo se ha ido observando en la última década, dando lugar a una reconfiguración de las elites que han perdido su carácter nacional. Por otro lado, no cabe duda que a lo largo de la misma, y en el caso español, se ha producido una puesta en valor y reivindicación del medio rural y de sus valores. La situación del medio rural del interior peninsular ha dado lugar a un escenario de despoblación de una buena parte del mismo, como consecuencia de procesos políticos, sociales, económicos y culturales que comenzaron en la segunda mitad del siglo XIX. Sin embargo, y a pesar de las reivindicaciones y políticas que se han puesto en marcha para evitar y mitigar dicho proceso, no se están logrando los resultados deseados.

Por otra parte, también comienzan a darse procesos de reivindicación de las ciudades intermedias y de sus regiones. Es decir, lugares que no son las grandes ciudades ni tampoco el medio rural en fase de despoblación, aunque este último formaría parte de dichas regiones. Un escenario que comenzó a visibilizarse en Francia y que se está expandiendo a otros territorios. Es una cuestión que afecta también a la cohesión social y territorial ya que, en la mayor parte de los casos, nos encontramos con zonas, municipios y regiones, que habían tenido una evolución positiva en el siglo pasado pero que, en las últimas décadas, se van quedando relegadas en dicho proceso de Globalización. Las mismas han ido perdiendo parte de sus actividades productivas vinculadas al sector secundario, a través de la deslocalización en no pocas ocasiones o directamente del cierre de empresas e industrias. De la misma forma, también se ha producido una transformación del sector primario, vinculada también a la despoblación del medio rural.

En su conjunto, se produce una reivindicación de la cuestión territorial desde la perspectiva de las demandas y de las necesidades de estas zonas y municipios. Desde diferentes ámbitos, se ha vinculado este hecho a una suerte de victimismo y de una visión no global e integral del escenario en el que nos encontramos. No es menos cierto en que, en ocasiones, parte de estas demandas pueden dar la impresión de sustentarse en un "que hay de lo mío", pero también caeríamos en el error de no entrar en la complejidad del asunto. Existe la asunción de que hay dinámicas muy estructurales y que las posiciones de los municipios y territorios obedecen a una multiplicidad de factores, así como a la evolución de las sociedades. Sin embargo, no cabe duda que las dos últimas décadas están agravando las desigualdades territoriales y ampliando ciertas brechas que, en las décadas finales del siglo XX, se habían reducido, especialmente en la cuestión relativa a ciudades pequeñas y medias. Ciertamente, la cuestión del medio rural es mucho más compleja de solucionar, en tanto en cuanto también el crecimiento de estas últimas se basó en parte en la despoblación del los pueblos. Sin embargo, la búsqueda de alternativas y de soluciones no debe pasar por visiones dicotómicas rural - urbano sino por una posición integral que entienda que el medio rural tendrá más oportunidades en un contexto más amplio. Y lo mismo ocurre para estas regiones y ciudades, que deben evitar entrar en ciertas competencias entre ellas, muy al uso de las dinámicas de las últimas décadas.

Por otra parte, una de las cuestiones centrales que afecta a estos territorios es la vinculada a los servicios públicos, dentro del marco de los Derechos Sociales. Como decíamos anteriormente, no cabe duda que durante el último tramo del siglo XX se produjo, en España, un avance significativo en relación a la cohesión territorial. Sin embargo, no es menos cierto que no son pocos lugares, y no únicamente los del medio rural, los que están sufriendo situaciones de una menor accesibilidad a los servicios públicos. Por ejemplo, atención médica específica en ciudades como Soria. La accesibilidad a los servicios públicos, dentro de la racionalidad de la misma, debe estar garantizada y debe evitarse que se intensifiquen brechas y desigualdades en la misma. Y, este hecho también debe aplicarse a los dos principios que marcan los planes de recuperación, tanto europeo como nacional y autonómicos, que son la digitalización y la sostenibilidad. Estando de acuerdo con ambos, especialmente con el segundo, la forma en que se aborden ambas puede generar más escenarios de desigualdad territorial, ampliando la falta de cohesión territorial. El escenario es complicado y complejo, hay contiendas electorales a la vuelta de la esquina y en ellas este factor será determinante, pero las soluciones no pueden ser ni a corto plazo, ni desde miradas limitadas, ni con parches que pretendan dejar en barbecho la situación. Todo esto, puede ocurrir.