Segregación escolar

Por EQUIPO AICTS / 20 de marzo de 2023

Uno de los principales desafíos y retos de los sistemas educativos es el que hace referencia a la segregación escolar. Es decir, cómo se establecen diferencias entre los centros educativos en función del origen socioeconómico y cultural de los estudiantes que van a escuelas e institutos. La segregación escolar es uno de los procesos que también reflejan las desigualdades en educación. De esta forma, es uno de los principales objetos de estudio de la Sociología de la Educación y de todas las Ciencias Sociales, y otras disciplinas, que investigan y actúan en estos ámbitos. En las últimas semanas, a raíz del estudio La segregación social en las escuelas, un dudoso problema del sistema escolarrealizado por Julio Carabaña y publicado por la Fundación Europea Sociedad y Educación, esta cuestión ha vuelto a estar de actualidad, especialmente porque el informe de Carabaña señalaba que, siguiendo los indicadores de los informes PISA de 2003 a 2018, la abundancia de estudiantes de una determinada clase social (alta, media o baja) tenía una incidencia leve en los resultados académicos individuales y que las acciones para reducir la segregación escolar, por ejemplo el "busing" o el transporte de un alumnado en situación de vulnerabilidad y exclusión a otro tipo de centros, desarrollado décadas atrás en Estados Unidos, o la prohibición de centros privados, son muy difíciles de aplicar. Las respuestas a este informe no se hicieron esperar, con reacciones muy contrarias a los resultados del mismo en Redes Sociales y artículos rebatiendo los argumentos que minusvaloraban el efecto de la segregación escolar, como el de Xavier Bonal en El País, titulado "La política contra la segregación escolar, entre dos aguas", en el que calificaba de reduccionista el estudio por centrarlo en las calificaciones de los estudiantes únicamente.

No cabe duda de que nos encontramos ante un problema que afecta a la igualdad de oportunidades y a la equidad, un problema de gran complejidad, que tiene numerosos factores y variables asociadas. Pero tampoco hay que olvidar que las soluciones no son fáciles y que superan en muchos aspectos a la capacidad del sistema educativo para abordarlas. Sin embargo, el sistema educativo tiene un papel determinante en estos procesos y, uno de ellos, es el que hace referencia a su capacidad para reducir las desigualdades sociales, para generar mecanismos de movilidad social. Habría que diferenciar también algunas cuestiones, como la concentración y segregación. Los dos términos se han utilizado generalmente como sinónimos, pero hay connotaciones. En relación a la concentración de un alumnado determinado en unos centros específicos, con independencia de su clase social, está vinculado con la variable residencial, como apuntaba el propio Carabaña en su informe. Es decir, hay barrios en los que ubican unas clases sociales y colectivos, en función de su renta disponible generalmente, que determinan en buena medida la configuración del barrio. Por otra parte, la segregación se articularía más en relación a unas medidas específicas para concentrar a un alumnado específico en determinados centros. Estos procesos segregadores fueron norma en el pasado. Sin embargo, en nuestros sistemas educativos hay medidas que pueden dar lugar a segregaciones como las que nos ocupan, aunque en buena parte de los casos proceden de la concentración. Estas segregaciones pueden ser directas, por ejemplo a través de los procesos de escolarización, pero también y, especialmente, más sutiles, vinculadas a las capacidades de las familias para desarrollar sus estrategias educativas así como a los medios que pueden poner en funcionamiento a la hora de elegir centro educativo, refuerzos, apoyos, etc.

En España también se ha identificado la cuestión de la segregación con la existencia de la doble red de centros educativos, la pública y la concertada, existiendo una minoría de centros privados sin concierto. De forma más o menos estable, dos de cada tres estudiantes se encuentran matriculados en la red pública y uno en la concertada, mientras que el alumnado de origen extranjero, por ejemplo, se matricula en la pública en un 80%, otro indicador estable. Pero, identificar la segregación únicamente, como se hace en ocasiones, con la existencia de estas dos redes, también implica no ver la realidad del fenómeno. Es cierto que hay disonancias y cuestiones en relación a la concentración de alumnado en unos centros u otros, como por ejemplo el traslado de familias de origen nacional a centros concertados cuando llegó la inmigración. O el peso de determinadas sesgos y visiones de clase relacionadas con el prestigio de determinadas escuelas concertadas. Pero, también hay numerosos centros de estas características con diversidad social y cultural, así como centros públicos en los que también se dan procesos de segregación y concentración de alumnado de clases medias - altas y altas. Por otra parte, se han producido más esfuerzos de parte de las Administraciones Públicas para evitar esos procesos de segregación y concentración por parte de determinados centros, aunque no es menos cierto que hay esfuerzos económicos que las familias tienen que hacer en algunos centros que no se dan en otros. E, igualmente, hay toda clase de experiencias y situaciones, éxitos que también se dan en función de factores, como se recoge en la entrevista con Luis Lizasoain de la Universidad del País Vasco, en la entrevista publicada en El País. En definitiva, y como hemos señalado, un tema complejo y muy difícil de resolver.

El reto es enorme y los factores y variables implicados; la relación directa con las decisiones familiares y las estrategias que madres y padres pueden llevar a cabo; el papel de las Administraciones Públicas dedicando más recursos a los colectivos más vulnerables; el trabajo con las familias; la relación con otros ámbitos como los Servicios Sociales, entre otros; o el seguimiento y evaluación de las políticas dedicadas a este fin, son fundamentales. Se puede decir que los intentos para atajar este proceso existen, por ejemplo, Euskadi, con un sistema educativo más complejo al incorporar en la red concertada la presencia de las ikastolas, ha comenzado una medida de acciones para evitar esta situación. Habrá que ver sus resultados, pero hay que insistir en que el fenómeno no se puede reducir únicamente a la existencia de redes, que influye, sino que hay más elementos que determinan la concentración y la segregación, incluso en algunos casos y territorios de forma consciente.