El papel de padres y madres en los resultados escolares

Por EQUIPO AICTS / 1 de mayo de 2023

El País publicó la noticia sobre los resultados de un estudio acerca del impacto del apoyo en los deberes, por parte de padres y madres, en los resultados escolares. Este estudio se había realizado en Reino Unido y señalaba que la relación positiva se daba en función del nivel de renta y de los estudios de los progenitores. Es decir, que no había un impacto positivo si los estudiantes procedían de entornos con menos nivel de renta y con padres con niveles de estudio básicos o secundarios. No son unos resultados que sorprendan, relacionándose con aspectos que son consustanciales a los estudios sobre Educación, el papel de las familias y las desigualdades educativas. De esta forma, se confirma que, en términos de Bourdieu y de las teorías de la reproducción, unos mayores capitales (de todo tipo) tienen el consiguiente impacto positivo.

Como hemos señalado en el párrafo introductorio, suele hacerse hincapié en el papel de padres y madres en los resultados escolares. Hay una gama de escenarios en los que se articula esta relación. En primer lugar, en la importancia que las familias otorgan a la educación y a la escuela. En general, las personas con estudios superiores, suelen darle un mayor valor y también estarían más involucrados en la cultura escolar. Sin embargo, otras investigaciones y estudios muestran cómo estas identificaciones se dan igualmente en otros estratos sociales y grupos. Hay que tener en cuenta la valoración que se ha realizado de la Educación con respecto a su función dentro de la movilidad social. En la última década y media, esta función ha sido cuestionada, especialmente en relación a la meritocracia, que pudo haber funcionado en un periodo determinado, cuando el mercado laboral generaba puestos de trabajo en el que pudiesen integrare aquellas personas que salían del sistema educativo con una formación. Sin embargo, también las estadísticas muestran cómo, a menor nivel de estudios, más riesgo de caer en situaciones de exclusión social y pobreza. Además, no es menos cierto que el propio sistema educativo ha ido cambiando hacia unos modelos más comprensivos, aunque no deja de estar presente el hecho de que son ciertos grupos sociales, especialmente las medias - altas y altas, las que tienen una mayor capacidad para aprovechar los beneficios que el sistema educativo les ofrece.

En segundo lugar, también se ha incidido de forma destacada en el papel de padres y madres en relación a la implicación y participación en la Educación y la escuela. Estos dos conceptos son diferentes, aunque suelen ser empleados como sinónimos. Se entiende por la implicación, y también en relación con el punto anterior, a la valoración de la Educación, al apoyo en la realización de las tareas escolares, al seguimiento de los estudios, etc. En cuanto a la participación, estaría más enfocada a tomar parte de actividades en los centros educativos, especialmente en el sentido de formar parte de las Asociaciones de Madres y Padres, de integrarse en acciones, etc., pero también con respecto a la relación con el propio sistema educativo. Es decir, dos conceptos que pueden estar vinculados y que nos ofrecen algunas lecturas acerca de las diferentes posiciones en el sistema educativo y cómo puede afectar el origen familiar y socioeconómico al rendimiento escolar, que no únicamente académico. Y una de las cuestiones centrales, como también indicaba el informe señalado al comienzo del artículo, es el del tiempo. Es decir, a mayor disposición de tiempo para apoyar, ayudar, hacer un seguimiento, más posibilidades de aumentar dicho rendimiento escolar. Y el tiempo suele estar relacionado también con el origen socioeconómico. 

La implicación y participación de madres y padres en relación al sistema educativo es central, como demuestra en la gran mayoría de los casos la enorme cantidad de estudios sobre la cuestión. También, desde otros estudios, se ha constatado que en algunas ocasiones se genera una mayor presión, que tiene consecuencias negativas. Pero, en general, la relación es positiva. El origen socioeconómico es clave pero, igualmente, no debemos caer en ideas preconcebidas. Aunque la Educación ha perdido parte de su función en relación a la movilidad social, no es menos cierto que sigue desempeñando un papel importante en la reducción de desigualdades, o en el intento de ello.