Carreras universitarias

Por EQUIPO AICTS / 22 de mayo de 2023

Hay cuestiones que siempre vuelven, que están presentes en los medios de comunicación a través de noticias y reportajes. Una de ellas es la que hace referencia a las carreras universitarias con más salidas. Es recurrente analizar los estudios que tienen un mejor recorrido en el mercado laboral y que tienen una empleabilidad más alta. Este hecho nos lleva a una serie de aspectos vinculados a si esta es una elección basada en conceptos como la vocación y la motivación o en otros más funcionales y utilitaristas. También se encuadra en la trayectoria que llevan los diferentes tipos de estudios, divividos entre las Ciencias y, especialmente, las tecnológicas, las denominadas STEM, o las de Ciencias Humanas. Por un lado, las primeras tendrían una mejor empleabilidad frente a las segundas que, en no pocas ocasiones, son denigradas en relación a sus menores posibilidades en el mercado laboral.

La elección de tipo de estudios universitarios, para aquellas personas que llegan a la universidad, están condicionados por estos factores. En general, se ha incidido en el valor de la vocación y motivación, de una elección centrada en aquellos aspectos más subjetivos y cualitativos. Es decir, que habría que estudiar aquello que más te gusta, debido a que también se articularía con la autorrealización personal. Es una cuestión que sigue estando presente, aunque choca con la parte más utilitarista. De esta forma, la elección de estudios se centraría en las posibilidades y salidas de esos estudios en el mercado laboral, desde el punto de vista de la empleabilidad. Y son las carreras de Ciencias las que cuentan con mejores opciones. 

Las Ciencias Humanas, entendiendo al conjunto de las Ciencias Sociales, han ido quedando señaladas por su baja empleabilidad e incluso con la utilidad de su estudio. En un mundo en el que el utilitarismo es dominante, estos estudios tienen una valoración mucho más reducida. De hecho, estudiar Filosofía, Filología Hispánica, Historia, etc., es visto en no pocas ocasiones como una opción con muy pocas posibilidades, centrándose las mismas en ocasiones en la docencia. No están en mucha mejor posición la Sociología, el Trabajo Social, etc. Se han ido minusvalorando los conocimientos de las Ciencias Humanas, reduciéndose incluso en los planes de estudio. Es un error importante debido al valor y al peso que tiene esta formación humanística para cualquier trabajo y para a vida. Ya lo señalaba el filósofo italiano Nuccio Ordine en el imprescindible ya clásico La utilidad de lo inútil (Acantilado). Sin embargo, esta tendencia sigue estando presente y va incluso a más. 

En la elección de los estudios influyen numerosos factores, además de la vocación y de los gustos personales. Entre ellos, el papel de las familias, que puede ser muy importante a la hora de encamninar hacia un lado u otro. Aunque ha pasado el tiempo en el que esta cuestión era más evidente, en el sentido de que "yo quería estudiar tal carrera, pero en mi casa no querían", sigue habiendo un peso de este factor en ocasiones. Además, el origen socioeconómico también puede ser determinante en el sentido de que se ha analizado dicha variable en unas elecciones u otras. Algunos estudios y profesiones parecen pasar de "padres a hijos", fundamentalmente en el lado de las carreras de Ciencias y más técnicas, por ejemplo las ingenierías, pero también en los que puedan implicar contar con un negocio o empresa, los casos de Admistración y Dirección de Empresas, o Derecho. Por otra parte, las carreras de letras estarían más vinculadas a las clases trabajadoras y medias aspiracionales, que en no pocos casos encontraron en las oposiciones, la docencia, etc., esa vía de movilidad social a través de los estudios, ahora ya muy cuestionada. Incluso, hay estudios que ponen el acento en el "efecto Mateo" y las mejores opciones de determinados colectivos sociales a través de los aspectos que no están tan visibles en la educación. También hay estudios que ponen el acento en el papel de los docentes en la elección de estudios, aunque esta es una cuestión menos analizada. 

Una cuestión con numerosos aspectos a analizar y que sigue estando presente. No han cambiado las cosas en décadas, desde el punto de vista de que hay carreras que han seguido su proceso de estigmatización como sin salidas profesionales o muy limitadas, encontrándonos con discursos y visiones que se repiten. En definitiva, elegir estudios es una decisión que tiene numerosos condicionantes, algunos directos y otros menos visibles. Pero, lo que también nos tenemos que preguntar es cómo una sociedad es capaz de formar a tantas personas en estudios que luego no aprovecha, culpalizándolas incluso de dichas elecciones, de la sobrecualificación, etc. Y sería al contrario, sacar adelante esa formación y conocimientos, que tienen más posibilidades potenciales de las que se nos muestran.